Como alguien nos dijo, este es un nuevo capítulo. Ya han pasado más de 6 meses que estamos nuevamente en La Paz y la verdad es que han sido bastante difíciles. Yo pensaba: “será muy fácil, ya conocemos todo y a todos…” pero la verdad es que comenzar de nuevo no tiene nada de simple. Aun extrañamos y añoramos nuestros tranquilos días en la jungla del Caranvi, pero de alguna forma sabemos que Dios nos quiere aquí, más que para servir para tratar nuestras vidas…
Tenemos tantas cosas de que “quejarnos” pero realmente no quiero ser como el pueblo de Israel al salir de Egipto que se quejaba de todo. Mauri y yo hemos tratado de contar nuestras bendiciones y el Señor ha sido fiel y nos ha dado lo que necesitamos.
En resumen podemos compartir nuestras bendiciones así: tenemos buena salud, tenemos donde vivir, tenemos comida (y para algunos gustitos), tenemos transporte y nuestros hijos terminaron muy bien la escuela…(aunque este es un tema un poco difícil para mi).
Los chicos y yo hicimos “home schooling” durante los pasados 3 años y fue una de las experiencias más gratificantes en mi vida. Dejarlos ir a una escuela regular para Sami fue bueno, porque ella es muy sociable, aun asi me dijo que prefería estar conmigo en casa. Para Lucas fue mucho más difícil porque el realmente no quería ir, pero al final disfruto de sus amiguitos y de jugar futbol, (claro que nos salió caro…todos sus pantalones tienen rotas las rodillas). Para mi…fue muy triste, extraño tener a mis hijitos en casa y extraño enseñar! Gracias a Dios que tengo a mi Rebequita (BBK) que llena de alegría y bulla mis días! A propósito, ella ya cumplió un añito y aunque su desarrollo físico y motriz fueron muy lentos, ahora esta comiendo mejor y caminando .
Este año los chicos entraran a una escuela pública de nuestro barrio, una difícil decisión también. Como mamá, me preocupo de todo, (creo que es parte de la maternidad) y creo que toda mama quiere proteger a sus hijos lo mas que pueda. En ese sentido para mí lo mejor era seguir con la escuela en casa, pero no hay posibilidades. Entonces el colegio cristiano…no hay posibilidades…Entonces comprendimos que Dios, en su soberanía, estaba permitiendo que solo quede la opción de la escuela pública. Y aunque no totalmente convencida tuve que aceptarlo.
Con respecto al nuestro nuevo ministerio…no sé si decir mucho o mejor callar…sabíamos que iba a ser difícil, pero no estábamos preparados para lo que estamos viviendo. Una de nuestras primeras pruebas, lo crean a no, fue estar separados. Es decir, que Mauri suba a El Alto todos los días fue muy duro para mi, lo extrañaba terriblemente. Y es que después de casi 6 años de trabajar lado a lado, realmente me hacía falta y yo al el, porque nos acostumbramos a hablar de todo y tomar decisiones juntos. A el le faltaba mi punto de vista de mujer.
Sabemos que los problemas nunca faltan, pero aquí creo que son tan constantes que en poco tiempo vi a Mauri tan agotado y frustrado…y yo ni podía ayudar porque estaba con mis propias luchas! En un retiro personal que tuvimos llegamos a preguntarnos si nos habíamos equivocado, si estábamos tomando el camino correcto. Al fin Dios nos dio paz y reoriento nuestros pasos. Es tan tentador querer creer que somos los héroes de nuestra propia historia y que podemos hacer algo por nosotros mismos!
Nuestra vida es tan frágil y pasa tan a prisa y agradecimos a Dios por estar juntos y poder disfrutar a nuestros hijos. Estamos agradecidos por poder compartir el evangelio con personas en tanta necesidad.
Aunque la duda y el desaliento entraron en nuestras vidas, nos sentimos en paz ahora, pero les pedimos que podamos permanecer en sus oraciones. Como nunca antes sentimos que hemos pisado tierra y estamos viendo lo que es la cruda realidad para muchas personas.
En Cristo,
Los Meneses
